La profesión periodística peligra ante las nuevas tecnologías. El pago por los contenidos digitales pone en alerta a los consumidores de información
El debate sobre el valor real del periodismo está en boga, especialmente, desde la aparición de Internet. El pago por los contenidos es la clave del dilema y también el mantenimiento de un periodismo de calidad sin apenas financiación. El anuncio de algunos de los medios más influyentes del mundo de comenzar a cobrar por los contenidos en la red ha supuesto un punto de inflexión.
La directora del diario suizo Le Temps (Ginebra), Valérie Boagno, ha afirmado que como líder del primer diario digital de pago en Suiza se siente optimista con respecto a la nueva situación. Defiende que la información tiene un valor y “todo lo que posee valor tiene un costo”. Asegura que se debe reconciliar la oferta y su costo real, ya que “no existe la información gratuita”. De la misma manera, el modelo de negocio se basa en la calidad de los lectores y en su fidelidad, es decir, confianza en que los lectores sabrán valorar la profesión del periodista. Asimismo, el magnate de News Corporation aseguró que “los nuevos tiempos exigen una nueva forma de periodismo”.
Pero, ¿por qué pagar información que se puede obtener gratis en Internet? Los detractores del pago por contenidos como el director de The Guardian, Alan Rusbridger, afirma que abrir un sistema de pago universal provoca el distanciamiento de un público abierto que comparta contenidos. Sin embargo, ¿cómo financiar dicho trabajo? El problema de la prensa actual es que lo gratis implica una falta de reconocimiento para el periodista que se ve obligado a infravalorar su labor social y profesional para llevar a cabo su trabajo. Por tanto, subestimar el trabajo periodístico sólo lleva a la depreciación del valor de la información y con ella la superficialidad y materialización de la misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario